Haciendo un homenaje a la población y la historia de Volgograd (Velgrado), zona especialmente castigada por las crudezas de las guerras, el disco funciona como una verdadera bestia incontenida lista y preparada desde el minuto cero para masticarte, engullirte, tragarte y vomitarte sin compasión ni remordimientos, de la misma manera que lo hace la guerra con los que la sufren. Si algo hay que tener en cuenta al enfentarse a esto, es que una batalla de riffs y ritmos de este calibre no esta hecha para todos los oídos. Dada su enorme densidad y su furibunda ejecución esto se ha de concinar poco a poco y con buena letra para conseguir sacarle todo el jugo.
Estamos ante el típico grower que a final de año deberá estar en muchos de las listas con lo mejor del mismo, haciéndole la merecida justicia a la historia, a sus gentes y al disco. Siempre han disfrutado de varias caras a la hora de plantearse un nuevo disco, pero tened por cuenta que nunca antes Gazelle Amber Valentine y Edgar Livengood se habían vaciado y esforzado tanto en la oscuridad y la crudeza como aquí. Posiblemente uno de los discos más sinceros y extremos, sobretodo en el tema lírico, que podrás escuchar este año. Empiezan la gira española en breve, a ver si hay suerte y aparecn por Barcelona.
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