La prepotencia y el alto grado de imbecilidad que gasta el insoportable Kanye West como persona, es solamente igualable a su calidad indiscutible y su infalible habilidad para facturar discazos como panes es su faceta artístíca. Al parecer su faceta de futuro padre, hace muy poco que Kim Kardashian ha tenido su primer hijo con él, no ha hecho más que aumentar el complejo de Dios que gasta este magnate del rap aunque, como ya he dicho en otra ocasión, me cuesta meterlo en el estilo.
Tan sólo con leer el título de su último disco, Yeezus, ya podemos tener una idea por donde van los tiros. Haciendo una relación con la viva de Dios, estoy seguro que Kanye le ha puesto así al disco por que tenía que nacer su hijo, aunque finalmente creo que ha sido niña. Ritmos lentos y estrafalarios reinan en el disco confiriéndole un aire de oscuridad y seriedad que le sienta a las mil maravillas convirtiéndolo en su disco más maduro, serie y oscuro hasta la fecha.
Dudo mucho que esto pueda superar a su anterior obra, aunque siempre pienso lo mismo de cada nuevo disco de Kanye, pero, como siempre, una vez pillado el punto al disco se te engancha como una lapa. Con el diseñazo que gasta el anterior discazo del americano espero que este esté por lo menos a la misma altura en ese sentido. Temas como I Am A God,Black Skinhead o I'm In It se han convertido desde ya en clásicos automáticos de Kanye y en algunas de las mejores canciones del rap mainstream del año.
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