Después de la fallida salida el pasado año de la continuación de su inmejorable Relapse, disco que significó el regreso por todo lo alto de éste auténtico maestro de la rima, hemos tenido que esperar algo más de lo prometido para tener una nueva ración de la maestría de Marshall Matters ante el micro. Al parecer la intención de publicar un Relapse 2 se fue difuminando poco a poco a medida que el trabajo en estudio iba avanzando y los beats del disco se distanciaban cada vez más de lo marcado en su predecesor. Por ese motivo y por qué el alma del disco no tiene nada que ver con el anterior finalmente optó por olvidarse completamente de su idea original y desmarcarse haciendo algo totalmente diferente, aunque para conservar un mínimo de relación entre ellos a éste le ha llamado Recovery. Bajo mi punto de vista considero que era tan difícil igualar la pegada del Relapse que ha sido muy intelegente la jugada de tirar hacia derroteros completamente diferentes y así dejar de lado las comparaciones.
Lo que nos ofrece el mc de Detroit en éste sorprendente Recovery es su cara más positiva, alegre y festiva. Sus evidentes jugueteos con el pop, el soul, el r&b o incluso el electro hacen del disco una auténtica maravilla con el que poder disfrutar de sus 17 cortes sin posibilidad de aburrirse gracias a la libertad total que se respira durante todo el disco en la que Eminem se mueve como pez en el agua y lo más importante, sin complejos. Dónde en su anterior redondo nos encontrábamos con un mc que tenía que expulsar todos sus demonios, a través de su disco más crudo y personal hasta la fecha, después de un árduo proceso de desintoxicación del uso y abuso de sustancias, aquí tenemos al Eminem más feliz y contento que podíamos esperar después de esa esperada Recuperación de la que tan orgulloso está.
Lo arriesgado del disco reside en unos ritmos que se salen completamente del patrón establecido dotados de una variedad que se convierte en uno de los encantos del disco, el plantel escogido para la ocasión incluye a gente tan dispar como Just Blaze, Dr. Dre o Havoc, por nombrar alguno de los más conocidos, aunque tengo que admitir que todos y cada uno de los beats están a un nivel excepcional. La facilidad que tiene Marshall para fluir sobre cualquier tipo de base, ya sea rápida o lenta, soul o pop, y de encajar con cualquier colaborador a la perfección sin importantar de la escena que venga es impresionante. Los afortunados para acompañar al maestro han sido, Kobe, Pink, Lil' Wayne y mi adorada Rihanna, pocos pero con un papel estelar reservado para cada uno de ellos. Su impresionante velocidad viene ésta vez secundada por muchos momentos de flow lento y reflexivo del que abusa de manera crucial en muchos de los temas soprendiéndonos gratamente variando de estilo y sonando siempre fresco.
Me gustaría hacer una mención especial al sampler de Black Sabbath que utiliza en uno de los beats Emile, escuchar a Ozzy y Eminem en el mismo tema es un sueño hecho realidad. De nuevo matrícula de honor para el de Detroit, ya tenemos aquí el mejor disco de rap del año, por mucho que les pese a algunos, Eminem se encuentra en uno de los mejores momentos creativos de su carrera y eso se nota, en dos años ha conseguido facturar dos de sus mejores discos, por no decir los mejores, enjoy!!!.
¡¡¡¡¡¡CAMBIO RADICAL!!!!!!
ResponderEliminarVaya cambio del de Detroit, bro. La primera
impresion engaña bastante,Pero ya esta bien que
vaya cambiando de estilo.
BUENO BROTHER YA NOS LLAMAMOS