Y hoy nos vamos hasta Providence para conocer como se las gasta éste incendiario cuarteto formado por Vincent Haussman y Andrea Black a las engrasadas guitarras, demostrando una auténtica devoción por los sonidos más mugrientos y devastadores gracias al enorme y llameante catálogo de riffs abrasivos que desplegan sobre el que se cimenta gran parte del disco. Y a la sección rítmica tenemos a Rob Icaza al bajo, dotando a los temas de mayor profundidad, y a la batería a Timmy St. Amour, una indiscutible máquina de matar a los parches, su pedadez al instrumento es comparable a los brutales fogonazos de un volcán en erupción. Una colosal bacanal de riffs imbatibles y una batería inagotable de ritmos capaces de hundirte en la miseria o de hacerte sentir el odio más profundo es lo que nos vamos a encontrar dentro de éste recién estrenado Full Of Hell, un título que describe a la perfección el contenido de su debut para la grandiosa Relapse.
Los temas son auténticas bolas de fuego que a medida que avanzan van incinerando todo lo que queda a su alcance dejando un desolador y destruido escenario a su paso consumido por un fuego que avanza con paso firme y sin piedad, no hay suficiente agua en el mundo para acabar con la imperecedera llama de éstos pirómanos musicales. Mi descripción primaria sería encasillarlos dentro de esa escena sludge tan en progresión en nuestros días capitaneada por bandas como Baroness, Mastodon, Kylesa o Black Tusk, pero de la misma manera que cada uno de los nombrados ejecuta dicho estilo añadiéndole influencias de aquí y de allá, éstos Howl han optado por la vertiente mas rabiosa, cruda y violenta. Sus ingredientes son de sobras conocidos por los adeptos a los sonidos más pesados, un doom perfectamente ejecutado, unas guturales aportadas por los tres hombres de la banda que se debaten entre en black y el death, y toneladas de ese groove sureño tan característico en éstas bandas, aunque tengo que decir que es tan impresionante su impecable capacidad para dar con la combinación perfecta entre ellos como la que tienen para sonar altamente destructivos y demoledores.
Mención especial al cuidadísimo art-work del disco que ha ido a cargo del jóven Ryan Begley, artista emergente que ya ha trabajado para bandas como Pelican, Doomriders, Cluods o Ruiner. La impresionante mezcla de fuego, calaveras y globos oculares a tutiplén que utiliza para la portada y el libreto del disco junto con esos colores infernales con los que ha trabajado para darle un mayor protagonismo al fuego, encajan a la perfección con el título y el contenido del disco, sin lugar a dudas el mejor trabajo de Ryan hasta la fecha, os pongo el desplegable entero para que podáis disfrutar el toda su magnitud, je je je.
Los temas son auténticas bolas de fuego que a medida que avanzan van incinerando todo lo que queda a su alcance dejando un desolador y destruido escenario a su paso consumido por un fuego que avanza con paso firme y sin piedad, no hay suficiente agua en el mundo para acabar con la imperecedera llama de éstos pirómanos musicales. Mi descripción primaria sería encasillarlos dentro de esa escena sludge tan en progresión en nuestros días capitaneada por bandas como Baroness, Mastodon, Kylesa o Black Tusk, pero de la misma manera que cada uno de los nombrados ejecuta dicho estilo añadiéndole influencias de aquí y de allá, éstos Howl han optado por la vertiente mas rabiosa, cruda y violenta. Sus ingredientes son de sobras conocidos por los adeptos a los sonidos más pesados, un doom perfectamente ejecutado, unas guturales aportadas por los tres hombres de la banda que se debaten entre en black y el death, y toneladas de ese groove sureño tan característico en éstas bandas, aunque tengo que decir que es tan impresionante su impecable capacidad para dar con la combinación perfecta entre ellos como la que tienen para sonar altamente destructivos y demoledores.
Mención especial al cuidadísimo art-work del disco que ha ido a cargo del jóven Ryan Begley, artista emergente que ya ha trabajado para bandas como Pelican, Doomriders, Cluods o Ruiner. La impresionante mezcla de fuego, calaveras y globos oculares a tutiplén que utiliza para la portada y el libreto del disco junto con esos colores infernales con los que ha trabajado para darle un mayor protagonismo al fuego, encajan a la perfección con el título y el contenido del disco, sin lugar a dudas el mejor trabajo de Ryan hasta la fecha, os pongo el desplegable entero para que podáis disfrutar el toda su magnitud, je je je.
Os pongo también el completo widget éste dónde podéis escuchar las canciones del disco, conectaros a la tienda web para comprar una copia, ver varias fotos del cuarteto y conocer la información básica de la banda, un métedo de promoción acertadísimo, por cierto.
Hay algo que no termina de cuajar en mí cuando los escucho, y creo que es la voz que no me termina de convencer. Eso sí, son buenos en el rollo, y quizás alguna escucha más me haga cambiar de opinión... o no. xD
ResponderEliminarUn saludo.