jueves, 10 de junio de 2010

KINGDOM OF SORROW (2010) Behind The Blackest Tears


Y continuando con los sonidos pantanosos y gordos aquí tenemos lo nuevo de éste dúo ganador formado por Jamey Jasta (Hatebreed, Icepick) a las voces y Kirk Windstein (Down, Crowbar) a la guitarra principal y también a las voces, la banda la completan para la ocasión Nick Bellmore (Toxic Holocaust, Phantoms) a la batería, Charlie Bellmore (Phantoms) a la segunda guitarra y Matthew Brunson (Crowbar) al bajo. La veteranía de Kirk y la profesionalidad de Jamey dan sus frutos de nuevo en un álbum que suena mucho mejor que su primera aventura juntos, su durísimo debut autotitulado para Relapse en 2008 era toda una declaración de intenciones, Jamey se distanciaba del hardcore radicalmente para ntroducirse en los designios de bandas como Down o Crowbar contando además con algunos de los componentes de esas bandas, puede que al sector más hardcoreta de sus fans le diera exactamente igual, incluso algunos lo criticaron duramente por dicho cambio, pero para los que ya estábamos un poquito hartos de sus bajadas de calidad considerables en cada nueva entrega de Hatebreed dicho cambio suposo un más que interesante nuevo futuro para el canatante y una renovación abosoluta de mi interés por él, algo que fui perdiendo con los años, como se suele decir, renovarse o morir, y esa es la máxima de ésta nueva faceta de Jamey.


Para los que ya escuchásteis lo que tenian que ofrecernos éste boraz dúo de metalheads en su debut os tengo que advertir que la cosa ha ganado enteros, en su debut nos encontrábamos con un disco que funcionaba muy bien con los temas más groovies pero que fallaba un poco en los más lentos que se veían alargados en exceso y con alguna que otra experimentación que no encajaba demasiado con el carácter del disco. Pero como rectificar es humano, han hecho los deberes y han conseguido concentrar la esencia de la banda en canciones de menor duración y con una dinámica mucho más acorde con el pasado musical de sus componentes. De nuevo el hardcore vuelve a ser el gran ausente, aunque tengo que admitir que en contadas ocasiones me han recordado a Hatebreed, pero el resto sigue siendo más de lo mismo mucho mejor ejecutado.


Lo más destacable es la facilidad con la que han conseguido combinar las partes más grooveras venidas del sludge más pantanoso, con algún que otro coletazo del metal tradiconal y una pizquita de doom para llegar a la conclusión que no hace falta hacer canciones demasiado extensas para que sean realmente grandes, no hay tema en el disco de los 12 cortes que compoenen éste Behind The Blackest Tears que pase de los 4 minutos excepto uno que llega a la friolera de 4.07, ja ja ja, el resto acaba antes de los 3 minutos y medio y además hay 3 de ellos, esa pedazo de traca final compuesta de Sleeping Beast, Torchlight Procession y Salvation Denied, que ni siquiera llegan a los 3 minutos.




Os pongo otro widget de esos que están tan de moda para promocionar los discos, bajo mi punto de vista un acierto total.

1 comentario:

  1. El anterior disco me pareció soberbio, muestra de rabia y buen hacer a partes iguales, con la voz tan característica de Jamey Jasta y la versatilidad de Kirk a la hora de hacer esos riffazos. No he escuchado aún lo nuevo, pero pronto lo haré.

    Un saludo.

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