martes, 15 de mayo de 2012

MOONSPELL (2012) Alpha Noir / White Omega


La reputación de Moonspell como banda portuguesa de metal extremo más internacional que existe en la actualidad les precede, y por supuesto sus referenciales trabajos de mediados de los 90 como el Wolfheart o el Irreligious pueden confirmarlo sin un atisbo de duda. Pero también es verdad que su estilo ha sufrido variaciones y mutaciones a lo largo del camino para finalmente perderles la pista a medios de la década del 2000. Pero todo cambió cuando el pasado 2008 facturaron el impresionante Night Eternal, disco con el que volví a recuperarlos por momentos, me duró poco tengo que admitirlo, pero lo suficiente como pegarle una más que atenta escucha a su nuevo trabajo.


El décimo trabajo de estudio de las huestes de Fernando Ribeiro está dividido en 2 partes, las cuales se han editado a la vez como álbum doble, llamadas Alpha Noir y White Omega respectivamente. Mi primera impresión sin tan siquiera haberle dado al play para comenzar con su primer plato, en este caso el Alpha Noir, era la de que, probablemente, si a estas alturas de la comida no podía engullir un disco al completo de los portugueses, no me quería ni imaginar un menú de dos platos. Pero para mi sorpresa estaba totalmente equivocado, una vez consumido el primer plato, con una sorpresiva ansiedad y perplejidad, me he visto pidiendo el segundo con urgencia, el White Omega, para comprobar que estamos ante uno de los mejores discos de Moonspell desde los días del Irreligious, y eso 
en la primera escucha. Ya era hora.


Empezando por lógica por el Alpha Noir, nos encontramos ante un disco compuesto por 9 temas directos, de pegada inmediata, plagados de incansables baterías de riffs incontestables, solos de infarto, melodías con gancho y unos estribillos épicos y disfrutables como pocos. Un disco del que no podrás escapar desde el minuto cero si lo tuyo son las vocales poderosas y rasgadas, y los temazos de aires thrasheros y esa mezcla de black de pacotilla que tan bien saben ejecutar los Moonspell, sin olvidarnos de unas melodías de teclado altamente diabólicas. Una joya del metal extremo.

Y si el primero despliega toda la furia y la potencia desatada de los Moonspell más rudos y desmelenados, White Omega es exactamente lo contrario. Un disco de texturas, de emociones, de atmósferas, de profundidad y desazón. Las crudas y desgarradas vocales dan paso al registro más meloso y cantado de Fernando, y las tormentas de riffs incesantes se convierten aquí en quejicosos y turbadores ritmos dolientes y apesadumbrados. White Omega se desarrolla a lo largo de 8 composiciones de claro perfil gótico llegando así a mostrar las dos de una banda que sigue teniendo mucho que decir en el metal extremo. Dato que ha quedado de sobras demostrado con este inesperado Alpha Noir / White Omega, sin duda ocupará puestos de excelencia en mi lista personal con lo mejor del año.

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