Mucho se ha hablado, y aún más bombo se les ha dado, sobre este trío electrónico de Suecia al que sus pequeñas victorias le preceden. Hace un par de años editaron dos temas de presentación que les valieron para conseguir un inmediato contrato con las dos independientes de oro Mercury y Subpop. Al año siguiente y aprovechando el tirón que les dieron Under The Bridges y DJ Ease My Mind Al se decidieron a meterse en el estudio para facturar su primer Ep en condiciones, The Drummer.
Ep que nuevamente los puso en boca de todos y que además les sirvió como carta de presentanción en la gira del 2011 en la que acompañaban a los Hurts. La NME y la BBC empezaron a hablar de ellos como si de la nueva promesa del electro-pop se tratara, hasta que finalmente ha llegado el momento de demostrar si lo suyo es un simple hype o si por el contrario estamos ante los nuevos campeones del pop electrónico.
Pues bien, hay que admitir que su exquisito gusto por las melodías ochenteras y la deliciosa voz de su vocalista son un gan punto a favor del trío sueco, de eso no hay duda, pero creo que la extensión de un disco largo, tengamos en cuenta que estamos hablando de su debut, parace que no les ha sentado tan bien como era de esperar. Quizás la pega sea que nos encontramos con un disco de 12 temas el cual contiene temas realmente extensos para el estilo que nos ocupa. Temas de más de 4 minutos y otros que sobrepasan los 5 extienden la duración hasta más de 50 minutos. Quitándole ese pequeño problema estamos ante un disco que sin llegar a cubrir las expectativas resulta muy disfrutable y agradable.
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