Es curioso que el primer disco que cuelgue este recién estrenado 2011 quede a años luz del mismo, pero yo lo considero toda una declaración de intenciones, un año que se presenta duro hay que encararlo con fuerza y con ganas y de eso os aseguro que la entrada de hoy va sobrada. Otra de mis últimas adquisiciones (pecado mortal no haberla tenido hasta ahora la verdad) gracias al frondoso catálogo de la gente de Odio Sonoro ha sido este imprescindible clásico y tristemente último alegato en directo de uno de los mejores guitarras extremos que ha dado el metal en toda su historia, estoy hablando del tristemente desaparacido Jesse Pintado, al que por cierto dedican efusivamente el disco en una leyenda al pie del libreto interior.
Japón 2002, Lock-Up salen a escena con una formación irrepetible, Tompa Lindberg a las vocales, Shane Embry al bajo, Nick Barker a los parches y Jesse Pintado a la guitarra, dispuestos a convertir Japón en una auténtica bomba de relojeria gracias a su desenfrenada y speedica mezcla de grind-core y death metal de viejo cuño en un concierto que pasaría a los anales de la historia, a parte de por su perfecta ejecución y su impagable repertorio, por ser el último documento en directo del grandioso Jesse Pintado.
Si conocéis a este peculiar combo solamente os diré una cosa, la formación de este directo es insuperable y la adrenalina que desprenden las canciones y la experiencia sobre las tablas de sus componentes (todos perros viejos en esto de darle cera al metal) hacen de él el complemento indispensable a su corta discografía poniendo en evidencia incluso a sus discos de estudio con la aplasntante potencia que gastan sobre las el escenario. El directo se realizó en el 2002 pero no fue hasta pasados tres años que lo sacaron como disco oficial y os puedo garantizar que esto está a la altura del directazo de At The Gates de la reunión.
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