Continuando con esa sorprendente escasez de discos destacables en esta pobre entrada de año y a falta de pepinazos igualables a los que nos dejó el muy minado de discazos 2010 seguiremos acudiendo al pasado año ayudados por esos discos que se me quedaron en el tintero y que acabé por no comentar por falta de tiempo. Os puedo decir de entrada que este disco es tan grande que si lo hubiera comentado en el blog tendía que haber estado posicionado entre los tres mejores del año, pero al querer ceñirme solamente a lo que había comentado lo dejé fuera, y que mejor momento para recuperarlo que en esta sequía de discos que estamos viviendo últimamente.
Mi historia con este disco es realmente tan grande como sus riffs, todo empezó cuándo en el 2009 descubrí el Night Is The New Day de Katatonia, a partir de entonces los suecos se convirtieron en una de mis bandas de cabecera llevándome hasta los October Tide en un afán por escuchar toda su discografía y la de los proyectos paralelos de sus integrantes que me parecían más interesantes. October Tide estaba formado en su núcleo por Fred Normann y Jonas Renkse que llevaron a finales de los 90 el concepto de doom melódico hasta lo más alto en dos inconmensurables obras que han quedado como clásicos indiscutibles del género, pero al parecer, después de comprobar que la embergadura de su banda madre cogía mayores proporciones el proyecto quedó parado a la espera de que algún día se pudiera recuperar esta grandiosa banda.
Mi sopresa llegó cuando finalmente vi en directo a los Katatonia y comprobé que los Normann (Fred estaba en la banda desde 1994 y Mattias desde 1999) no salieron a escena sustituidos muy correctamente por dos jovenzuelos dispuestos a comerse a la audiencia con sus habilidades. Me chocó bastante pero como el show de la banda no se vio afectado en ningún momento no le dí mayor importancia. Tiempo después me enteré que los October Tide sacaban nuevo disco y que Renkse no iba a participar como vocalista, entonces deducí que la cosa no había acabado demasiado bien entre ellos.
Con un poco de desilusión por la falta de Renkse a las vocales pero muy bien recomendado por nuestro señor de los abismos predilecto Chtuhlu me dispuse a deshojar las 7 mastodónticas composiciones que el gran Fred Normann nos había preparado para la ocasión deseoso de comprobar si el joven Tobias Netzell de In Mourning (banda que comentamos en el antiguo Píldoras Musicales) podía estar a la altura del intachable Jonas Renkse. Pues bien, lo voy a decir ya para que quede claro de entrada, estamos ante el mejor disco de October Tide y posiblemente ante el mejor del estilo desde su hermano mayor Grey Dawn de 1999.
La enorme capacidad creativa y la desmesurada calidad compositiva que atesora Normann despuntan enormemente en la totalidad de los temas compuestos a partir de varios estadíos en los que los sentimientos más oscuros y desoladores a la vez que la belleza más deslumbrante e incómoda se pasean por las canciones como las protagonistas sentimentales de unas historias depresivas y fatalistas contadas de una forma ligeramente agradable pero seductora y adictiva como pocas. El joven Tobias a las vocales tampoco se queda corto y consigue rubricar su mejor trabajo hasta la fecha con unas guturales desgarradoras y cargadas de un sentimentalismo fatalista y doloroso que penetra en tus entrañadas abriéndose paso gracias a las heladas texturas y a los afilados riffs de las composiciones de un tocado por las tinieblas Fredrik Normann. Una jodida obra maestra con mayúsculas!!!. GORDíSIMO!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario