Cambiamos de tercio, no era lo previsto en serio, pero es escuchar la voz de Matt Skiba en mi cabeza y olvidarme del resto, es algo que me ha pasado desde los tiempos del From Here To Infirmary (2001), y si bien es cierto que en mi en mi oscuro y romántico corazón siempre habrá un puesto de excepción para mis amados Alkaline Trio, también es cierto que su fórmula y sus maneras se estaban acomodando demasiado y los últimos discos del power-trio de punk-pop siniestro más meloso y molón de la otra parte del charco estaban algo faltos de esa chispa y esa frescura que siempre les ha caracterizado.
Y que mejor manera de dejarse un poco de espacio, y hacer correr aires refrescantes y renovadores, que empezar otra vez un nuevo proyecto paralelo para dar rienda suelta a la impresionante imaginación que gasta este genio de la narrativa musical llamado Matt Skiba. Se le podrá acusar de no separarse demasiado de sus manidas fórmulas, aunque Matt lo vista de pop ochentero y post-punk y le ponga unos tecladitos y unos samplers aquí y allá esto apesta a Alkaline Trio por los cuatro costados, pero de lo que no se le podrá acusar nunca a Matt Skiba es de no hacer canciones con un gancho de KO directo y perfecto a tu mandibula emocional, es un puto maestro para eso.
Un proyecto que, aún oliendo a los Alkaline, demuestra una libertad estilística y una frescura brutal con la que Matt parece sentirse mucho más cómodo. 10 temas en los que nos encontramos con una banda (Hunter Burgan de AFI y Jarrod Alexander ex-My Chemical Romance) vitalista y compacta que aúna la adicción de las melodías y los estribillos power-pop con la clase y el estilo de la clásica lírica romántica de aires sombríos y góticos del Sr. Skiba, una combinación explosiva. Enganchado como una lapa a esto estoy, y tiene pinta de durarme un rato, jajaja.
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