Esta mañana he pasado por el kiosko de rigor para comprar la Rock Zone como cada principio de mes, pues resulta que ojeando el apartado de reviews me he topado con una banda a la que adoro y que imcomprensiblemente me dejé de comentar el pasado año. Y como rectificar es de sabios, aquí tenéis a la mejor banda nacional de Death Metal honrando por supuesto a los grandes de la Old School como Grave, Entombed, Asphyx, Nihilist, Master o Autopsy. Si es que ya lo digo yo, Barcelona es la puta hostia en cuando a metal extremo se refiere, últimamente estamos viviendo un dulcísimo resurgir de bandas extremas que miran intencionadamente 20 años atrás en vez de continuar la senda fusionada que han abierto las bandas de las nuevas hornadas (Black Dahlia Murder, Carnifex), todo un orgullo ver como el Death Metal auténtico está en plena forma y en un estado de salud envidiable que denota que todavía le queda mucha guerra por dar gracias a bandas como estos auténticos zombies desquiciados llamados Graveyard amantes a partes iguales de la escuela Sueca como de la escena de Tampa.
El disco va directo a la yugular para arrancártela a mordiscos de la manera más descaradamente brutal, una oscura y malcarada obra de Death Metal enraizada en el legado de las bandas de principios de los 90 poniéndole una pasión y una entrega casi enfermiza a unas composiciones que desprenden actitud por los cuatro costados. El sonido bebe de la distorsión de la escuela Sueca, (el disco ha sido masterizado por el propio Dan Swäno en sus estudios Unisound) pero sin abusar de ello consiguiendo un equilibrio perfecto con el pulido y demoledor sonido de las bandas de Florida. La banda está compuesta por Julkarn al bajo y a las voces consiguiendo unas potentes guturales bastante lineales pero con suficiente calidad como para reventarte la cabeza, Bastard y SBE a las despedazadoras guitarras (atención a los solos de infarto de estos dos colgueras) y Gusi (menudo nombrecito para un batera de Death Metal) a las infernales baquetas imprimiéndole en un groove bestial a las canciones y bordando los aplastantes medios tiempos y los cambios de ritmo acojonantes sin tener que acudir a tecnicismos exagerados ni blast-beats y ráfagas para aburrir, sencillo pero efectivo como el que más.
Como curiosidad tengo que decir que la parte final del disco me ha sorprendido gratamente, después de darnos una paliza brutal con 7 temazos de Death Metal de manual nos encontramos en la posición número 9 (la primera es una pequeña intro) con un temazo instrumental llamado Abandoned Churches dónde salen a relucir sus influencias más clásicas a base de solos interminables y guitarras dobladas, pero es que acto seguido se vuelven a desmarcar con los 2 temas finales en los que los ritmos lentos y abrasivos del Doom se apoderan de un final de disco absolutamente terrorífico que denota cierta inquietud musical en la banda que va más allá del típico y cerrado Death. Y como guinda final nos encontramos con una versión del clásico de Candlemass A Tale Of Creation. No me queda nada más que decir que esto es de escucha obligada para cualquier amante del buen Death Metal y encima está hecho en casa, que más se puede pedir?
YO QUIERO QUE ME ENTIERREN EN ESTE CEMENTERIO.
hostia, pues este disco lo tenia por ahi perdido sin haberle dado ni una escucha... (claro, todavia no me he pillao la rockzone jejeje)
ResponderEliminarel caso es k gracias a la review le daremos unas cuantas escuchas